1- Mantené un horario de comida regular. Es importante, siempre que se
pueda, comer a la misma hora y tener una alimentación variada y balanceada que nos
permita cumplir con los requerimientos energéticos y nutricionales.
2- Intentá consumir cinco porciones de frutas y vegetales al día y que sean de colores
variados. Estos alimentos tienen nutrientes esenciales como vitaminas y minerales de suma
importancia para el correcto funcionamiento del cuerpo. Además, contienen fibra, la cual
ayuda a mantener la salud del tracto gastrointestinal; antioxidantes y otras sustancias que
aumentan las defensas y ayudan a prevenir enfermedades.
3- Consumí al menos ocho vasos de líquido al día, mínimo cuatro de agua pura. Al tomar
jugos y bebidas para acompañar tus comidas preferirlos sin azúcar añadida, con bajo
contenido de azúcar o Cero azúcar como Tropical Cero, que además no contiene sodio ni
calorías y mantendrá tus niveles de hidratación.
4- Realizá al menos 30 minutos de actividad física al día. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) recomienda realizar como mínimo 150 minutos de actividad física a la semana.
Todas las actividades cuentan, las que haces por trabajo, entretenimiento,
deporte/ejercicio, actividades del hogar y hasta como medio de trasporte.
5- Dormí entre siete y nueve horas al día. Dormir ayuda a mantener el balance hormonal
del cuerpo que puede favorecer un peso saludable.